Sin solución
Un día encontré un alma,
aunque su corazón
no me encontró,
por eso la mía
vaga extraviada
y lo aguarda sin razón.
No os diré su nombre,
pues solo lo sabré yo.
Si algún día permanece
y el azar lo trae aquí,
sabrá que sólo estos versos
me pertenecen a mí.
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